Inspirados en los ranchos originarios de Punta del Diablo, hicimos un pequeño pueblo, con sus caminos, desniveles, rincones, detalles y colores. La arquitectura homenajea al pueblo antiguo y sus pobladores que hicieron de este paraíso nuestro lugar en el mundo. Pero también es una forma de descubrir Punta del Diablo, sus playas, sus aromas y su gente.